Descubre por qué Bristol sigue siendo una ciudad muy green

martes 04 Enero 2022
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Bristol es una ciudad con un espíritu enérgico donde siempre hay algo interesante que hacer. Además, allí la población tiene conciencia ambiental, un distintivo que puso en evidencia a nivel global la Comisión Europea, cuando decidió otorgarle a Bristol el galardón Capital Verde Europea en el año 2015. Las políticas de reciclado y eficiencia energética de la ciudad, así como su apuesta por el transporte sostenible y sus más de 450 espacios verdes son algunas de las razones que la llevaron a conseguir este mérito. 

 

Más de un lustro después, la ciudad sigue siendo un faro que alumbra el camino en términos de sostenibilidad, algo que los residentes pueden experimentar más de cerca en su día a día, pero que los visitantes también pueden disfrutar. Un buen ejemplo de esa cercanía con la naturaleza que hace tan atractiva la ciudad es el fácil acceso al Bosque de Leighs. Situado a las afueras de Bristol, este bosque tiene una gran importancia a nivel de conservación ya que acoge una Reserva Natural Nacional. Allí podrás encontrar un número significativo de especies de plantas (como la rock-cress de Bristol, que solo se puede encontrar en esa zona y merece la pena buscar si vas en la época adecuada) e insectos poco comunes. Tanto para un paseo para desconectar del ritmo urbano y perderse entre árboles centenarios –en este mapa puedes encontrar tres rutas muy accesibles-, como para ir a correr a primera hora y disfrutar de ese olor tan reconforte que surge en los bosques por la mañana, merece la pena visitarlo. Y si vas en primavera, no te pierdas los jacintos silvestres en la zona designada como Paradise bottom, ¡todo un espectáculo y muy fotogénico!   

 

Bristol tiene caché a nivel europeo como una de las ciudades más bike-friendly del continente y de hecho es la primera Cycling City de Reino Unido. Si te apetece descubrirla sobre dos ruedas, nada como alquilar una bici y lanzarse a explorar. Bristol Tandem Hire ofrece la opción de alquilar bicis tándem (el mínimo es medio día, que se pasa volando), una opción perfecta para recorrer las calles de la ciudad en compañía. Y no solo eso, desde esta pequeña empresa también facilitan rutas ciclistas con cero o poco tráfico y lugares para visitar para que tú no tengas que buscar qué ver o qué itinerario seguir para evitar la hora punta.

 

Una de las estampas más reconocibles de Bristol es la del puente colgante Clifton, que salva la garganta del río Avon y que, desde su inauguración en 1864, se ha convertido en un icono de la ciudad. Puedes cruzarlo a pie –de hecho, si visitas Leigh Woods lo harás-, y si solo quieres disfrutar de las vistas, puedes hacerlo desde el Bosque de Leigh, o desde la terraza del pub The White Lion. Otra opción para disfrutar de las vistas es reservar un viaje en globo, una de las actividades más populares de la ciudad.

 

 

Diálogo entre cultura y medio ambiente

 

We The Curious es un espacio interactivo dedicado a la ciencia, gestionado como una organización benéfica sin ánimo de lucro. Situado en Millenium Square, en la zona del puerto, allí las fronteras entre el arte, las ideas y la ciencia desaparecen. Actividades como “Un Mundo Mejor es Comestible” (A Better World is Edible) por ejemplo, acercan a niños y adultos a una cocina más sostenible, ofreciéndoles la posibilidad de crear in-situ distintos platos que contribuyen a reducir el impacto medioambiental de la alimentación, a la vez que se genera un diálogo sobre el mismo.

 

El acuario de Bristol, que trabaja para crear más concienciación sobre conservación y ha hecho cambios pro-sostenibilidad en la gestión del edificio, como instalar luces LED o mejorar sus políticas de reciclaje, es otra atracción cercana que sorprenderá a los amantes del mundo marino. Para descubrir la historia de la ciudad, el museo M Shed es el mejor sitio. Cuenta con fotografías y grabaciones, además de innumerables objetos, y allí podrás aprender más sobre la historia de Bristol, desde la prehistoria hasta la actualidad. Y si te apetece más una sesión de cine, en Watershed proponen una cartelera de cine independiente, además de películas más mainstream. En Spike Island, una antigua fábrica de empaquetar té reconvertida en espacio artístico multidisciplinar que acoge decenas de estudios de artistas, tendrás la oportunidad de dialogar con creativos –desde escritores hasta escultores o pintores- y explorar sus procesos, además de disfrutar del programa de exposiciones, muy completo. Otra institución que también merece la pena visitar es el Centro Internacional de Arte Contemporáneo Arnolfini, que también tiene un programa multidisciplinar que cubre artes visuales, performance, baile, música y cine. Y su librería, renombrada en todo el país, es el sueño de cualquier amante del arte.

      

El espíritu enérgico y dinámico de Bristol se refleja muy bien en la cantidad de festivales que la ciudad celebra a lo largo del año. Quizás tu visita coincida con alguno, aquí tienes algunos de los más destacados, que van desde los carnavales hasta un festival de cine africano: Afrika Eye, In Between Time, Bristol Pride, Mayfest, Bristol Habour FestivalBristol Balloon Fiesta y St Paul’s Carnival.

 

Pocos fotógrafos han capturado mejor que Martin Parr la idiosincrasia británica, (te sonarán sus míticas fotos de las playas abarrotadas, tanto en la costa del país como en Benidorm, o las street parties). El imaginativo fotógrafo es uno de los grandes de la fotografía británica de las últimas décadas y merece la pena visitar su fundación en Bristol, la Martin Parr Foundation, que se concibió como una herramienta de apoyo a fotógrafos emergentes y poco conocidos que centren su trabajo en Gran Bretaña e Irlanda, una ocasión única para descubrir las islas desde otro punto de vista.

 

 

 

Gastronomía sostenible de raíz

 

Navegar la escena gastronómica de Bristol no es fácil, ¡hay demasiadas opciones! Muchos chefs autóctonos han asumido un discurso centrado en la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente, desde incorporar ingredientes ecológicos y de cercanía, hasta aumentar la presencia de platos vegetarianos en sus cartas o compartir con sus clientes la procedencia de los alimentos que componen su menú, un gesto que sirve para crear conciencia sobre economías circulares, derechos de los trabajadores –no hay que olvidar que Bristol es una Fairtrade City desde 2005- y cultivos de kilómetro 0.

 

Además, recientemente la ciudad consiguió el estatus de Gold Sustainable Food City gracias a sus iniciativas para mejorar el sistema alimentario, tanto para las personas como el planeta. Esas medidas incluyen reducir el desperdicio alimentario, expandir el movimiento de “buena comida” que se centra en cultivar alimentos en la ciudad y priorizar lo saludable, y acciones comunitarias que mejoren el acceso a los alimentos para personas vulnerables. Iniciativas como el Get Growing Garden Trail, que abre las puertas de los huertos comunitarios a todo el que quiera visitarlos durante ciertas fechas cada año, son puentes que ayudan a establecer un diálogo sobre sostenibilidad y a descubrir una nueva forma de vivir la ciudad y que han contribuido a que Bristol consiga este reconocimiento. 

 

Poco Tapas bar, que recibió durante dos veces el título de “Restaurante Sostenido del Año”, es una parada obligada en cualquier visita a Bristol. El chef Tom Hunt, conocido en todo el país por sus credenciales sostenibles, por su columna semanal anti-desperdicio alimentario en The Guardian y por practicar un estilo de cocina “amistoso con el medio ambiente”, es uno de los fundadores. En este restaurante podrás probar dos menús, ambos basados en la estacionalidad del producto, que siempre es de cercanía, y en apoyar a los productores de la zona que comparten principios éticos y que practican fórmulas de agricultura sostenible.

 

El bistro Wilsons, que tiene un menú degustación de cinco platos por £50 en los que el producto local (de cercanía y cultivado con fórmulas de bajo impacto) brilla, cuenta con su propio huerto a veinte minutos de la ciudad, y de allí procede gran parte de la materia prima que utilizan, desde las verduras hasta las flores comestibles. Una de las fundadoras, Mary Wilson, tiene experiencia en agricultura biodinámica, lo que facilita ese diálogo entre la cocina del restaurante y la huerta, una magia que sin duda se refleja en sus platos, creativos y deliciosos.

 

Situada bajo uno de los arcos victorianos de la estación de tren Temple Meads, la panadería artesana Hart’s, que tiene bollos de hojaldre deliciosos y panes de masa madre, ha conseguido reducir su impacto gracias a evitar el uso de miles de botellas de plástico ya que la leche la almacenan en un depósito dispensador de acero inoxidable, y además trabajan con un proveedor de café ético, Extract Contract Roasters, así que los flat whites allí, solo por eso, ya saben mejor.  

 

No se puede visitar Bristol y no probar una de las famosas hamburguesas veganas del café Kino, que recientemente ha convertido parte de su espacio en un deli donde venden una buena variedad de productos veganos. Con una filosofía basada en principios como la igualdad y la honestidad y trabajando codo con codo con proveedores que siguen valores medioambientales sostenibles, el café está organizado como una cooperativa sin ánimo de lucro, todas ellas fantásticas razones para visitarlo.   

 

 

For more information contact:

Celia Diaz

celia.diaz@visitbritain.org

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