Viaje al sur de Inglaterra en primavera

Los días son más largos, hace más calor y, además, no hay grandes aglomeraciones: la primavera es una de las mejores épocas del año para visitar el sur de Inglaterra. Anímate a vivir el momento en que la naturaleza despierta a través de la floración y descubre como brotan los árboles, florecen los narcisos y las ovejas pasean libremente por los prados verdes. Además, lo mejor es que cuanto más al oeste vayas, más cerca estarás de la primavera, ya que las camelias y magnolias florecen mucho antes en Cornualles que en otros lugares.

Gran Bretaña ofrece un espectáculo muy especial con la floración de las llamadas campanillas azules (Hyacintoides non-scripta), también conocidas como campanillas inglesas o jacintos del bosque. Desde abril cubren los bosques y praderas con alfombras de flores púrpuras durante un breve periodo de tiempo: de hecho, por sí solas son motivo suficiente para hacer un viaje primaveral al sur de Inglaterra. A continuación, te ofrecemos varios consejos y sugerencias para un viaje de este (Dover) a oeste (Cornualles).

Cuando llegues a Dover, sólo tardarás 25 minutos en llegar a los Jardines de Goodnestone Park. Estos jardines salvajes y románticos son el lugar perfecto para desconectar tras un largo viaje. Los Jardines del Bosque se pueden explorar por varios senderos y en sus más de cinco hectáreas de extensión encontrarás una serie de árboles centenarios. En primavera, según la época del año, puedes admirar alfombras de flores con campanillas de invierno, narcisos y rosas de Navidad entre los árboles.

Cabe destacar que Jane Austen era huésped habitual de la mansión de Goodnestone. De hecho, empezó a escribir su primera novela, “Orgullo y prejuicio”, justo después de su estancia en 1.796. Recientemente se ha reabierto un sendero del siglo XVIII por el que es muy posible que paseara la popular autora: el “Serpentine Walk”, con dos kilómetros de longitud.

Continuamos hacia el suroeste a través del paisaje de colinas y la Zona de Extraordinaria Belleza Natural (AONB). Gracias a su clima suave y a su excelente terreno, el condado de Kent se ha consolidado desde hace tiempo como región vinícola. ¿Te apetece vivir la experiencia? La bodega Chapel Down ofrece visitas guiadas de unas dos horas, las cuales te recomendamos reservarlas con antelación. Podrás disfrutar de un recorrido por los viñedos, cuyas cepas ya muestran sus brotes jóvenes en primavera, explorar la bodega y sumarte a una degustación de vinos galardonados. 

Visita el Reloj de la torre del siglo XVI

A unos 20 minutos hacia la costa se encuentra la localidad medieval de Rye. Aquí, merece la pena visitar la Torre Ypres, un castillo de 1.249 que cuenta con un museo con información sobre los turbulentos siglos de conflicto.

No menos interesante es The Lamb House, que fue la residencia de retiro del escritor estadounidense Henry James. Por su lado, la iglesia parroquial de Santa María tiene un reloj de torre que data de 1.561, uno de los más antiguos del país. Merece la pena subir a la torre para disfrutar de una vista espectacular de la Reserva Natural del Puerto de Rye, donde es interesante observar las aves al principio de la temporada de cría.

A unos 45 minutos en coche hacia el noroeste se encuentra Riverhill Himalayan Gardens, donde encontrarás plantas poco comunes. Se trata de un jardín restaurado que consta de varias zonas: en primavera puedes ver florecer prímulas de colores, campanillas, narcisos amarillos y, a partir de mayo, rododendros y azaleas. Además, el mirador, al que se llega por un sendero arbolado, es muy impresionante y ofrece unas vistas inolvidables de la campiña de Kent.

El viñedo de Ridgeview, a una hora en coche al suroeste de Riverhill, está abierto desde mayo. En este mismo lugar puedes comprar una cesta de pícnic con pan, queso, embutido y vino espumoso (40 £, para dos personas) y aprovechar para descansar en el viñedo mientras admiras las viñas y las laderas de las colinas. La bodega, cuya especialidad es el vino espumoso, también organiza visitas guiadas.

Sheffield Park & Garden ofrece otra experiencia primaveral de lo más pintoresca. Este jardín paisajista fue creado en el siglo XVIII por el conocido arquitecto paisajista Lancelot Capability Brown y, después, perfeccionado por el propietario Arthur Granville Soames en el siglo XX. Desde la primavera hasta principios del verano, tienes la oportunidad de contemplar un mágico despliegue floral de narcisos, campanillas azules, rododendros y azaleas. El centro del jardín y del parque lo forman cuatro lagos que se convierten en el reflejo de árboles, arbustos, cascadas y el cielo que los rodea.

Disfruta de los festivales en Brighton

Desde aquí hasta la ciudad de Brighton, junto al Canal de la Mancha, sólo hay unos 20 minutos en coche. Cualquier época del año es pefecta para visitar su precioso muelle, experimentar su ambiente cosmopolita y visitar sus museos, entre los que se encuentra el exótico Royal Pavilion. Más allá, en primavera comienza la temporada de festivales: sólo en mayo se celebran cuatro eventos artísticos de gran repercursión: Brighton Fringe, Brighton Festival, The Great Escape y Artists Open Houses.

Siguiendo hacia el oeste, te encontrarás con el Parque Nacional de los South Downs. En este parque nacional de Gran Bretaña te esperan numerosas oportunidades para practicar senderismo y admirar unas vistas impresionantes. Si te gusta la cerveza artesanal, plantéate desviarte a la Cervecería Artesanal Langham. La fábrica ha producido numerosas cervezas galardonadas y ofrece visitas guiadas de degustación (es necesario reservar con antelación).

Al viajar por el sur de Inglaterra en primavera, verás unas manchas blancas sobre el paisaje verde de pastos: ¡son las ovejas con sus corderos! Si quieres ver de cerca a los corderos y otros animales, puedes visitar, por ejemplo, Godstone Farm en Bocketts Farm.

Visita el viñedo más grande de Inglaterra

Las colinas de Surrey albergan el viñedo más grande de Inglaterra. Gracias a los suelos calizos y al microclima, en la finca vinícola de Denbies se producen excelentes vinos y espumosos. Puedes aprovechar para recorrer North Downs Way (es posible hacerlo en coche) mientras disfrutas de magníficas vistas.  

La Isla de Wight, con sus playas resplandecientes y sus numerosas rutas de senderismo, es un destino turístico muy atractivo. El impresionante paisaje de la isla resulta especialmente cautivador en mayo, cuando se celebra el Festival de Senderismo de la Isla de Wight, uno de los mayores eventos de senderismo de Gran Bretaña. No hace falta que participes en la ruta de 24 horas alrededor de la isla, ya que puedes descubrir varias partes de la isla en pequeñas etapas. Cabe mencionar que la mayoría de sus áreas son Zonas de Extraordinaria Belleza.

Descubre las praderas de narcisos

Frente a la Isla de Wight, en tierra firme, se encuentra Exbury Gardens, uno de los jardines más bellos del país. En sus 81 hectáreas hay varios tipos de jardines, destacando su gran variedad de rododendros, azaleas y camelias, que florecen en el Home Wood en mayo. Cabe mencionar que Exbury Gardens abre a partir de mediados de marzo, siendo la primavera el mejor momento para dejarse deslumbrar por los narcisos de Daffodil Meadow y admirar las flores de glicinia del Garden Sundial. La locomotora de vapor de los Exbury Gardens, en su recorrido de casi 2,5 kilómetros, pasa por varios jardines (algunos de los cuales no son accesibles a pie).

Siguiendo hacia el oeste, en la frontera con Dorset, encontrarás la fábrica de cerveza Ringwood, con el característico jabalí en el logotipo. Aquí, puedes aprovechar para realizar una visita guiada con degustación, la cual tiene una hora y media de duración.

Frente a la ciudad de Pool encontrarás la deshabitada Isla de Brownsea. Aquí, no sólo en primavera, pueden observarse numerosas aves entre las que destacan ostreros, martines pescadores y garzas. Asimismo, pavos reales, faisanes y ciervos habitan la isla, donde se inició el movimiento scout en 1.907. Puedes recorrer Brownsea a pie en unas dos horas. Es importante tener en cuenta que los transbordadores salen hacia la isla entre marzo y octubre y regresan dos veces cada hora.

A una hora en coche hacia el norte encontrarás un jardín que no puedes perderte. Stourhead es considerado un modelo del jardín paisajista inglés que se hizo popular en toda Europa a partir de finales del siglo XVIII. Henry Hoare contrató al arquitecto Henry Flitcroft y, a partir de 1.743 se diseñó un paisaje ideal con un lago artificial y varios templos. A día de hoy, el lago sigue siendo el centro del jardín. Este lugar resulta especialmente hermoso en primavera, cuando brotan los árboles verdes y florecen las flores, embelleciéndolo todo como si formaran parte de una alfombra infinita. Aquí, también encontrarás narcisos y campanillas. El 1 de mayo, cuando los rododendros están en plena floración a lo largo de los senderos que conducen al lago, se celebra el evento «Floralia» en homenaje a la floración primaveral en Stourhead.

Disfruta del Jazz en la playa

Un poco más al sur se encuentra la espectacular Costa Jurásica, que se extiende desde Dorset hasta Devon. Todos los años, durante cuatro días de mayo, la localidad costera de Lyme Regis se deja cautivar por los ritmos y sonidos de la trompeta en Jazz Jurassica, donde artistas conocidos y talento locales tocan jazz, blues y música soul.

Si visitas Lyme Regis en Semana Santa, no debes perderte el Easter Bonnet Parade (un desfile en el que los participantes llevan sombreros primaverales de diseño creativo).

Admira la magia de la fauna

Merece la pena desviarse de la hermosa Costa Jurásica hacia el interior. Así que ponte rumbo a Tiverton, en Devon, donde tendrás la oportunidad de observar un espectáculo natural muy especial. Aquí, podrás ver como las crías de tejones salen de su madriguera por primera vez en abril y exploran alegremente el mundo. Devon Badger Watch ofrece visitas guiadas hasta octubre/noviembre con el fin de vivir esta experiencia a todo detalle. 

A sólo media hora está Exeter, la principal ciudad de Devon. Fue fundada por los romanos y cuenta con numerosos edificios impresionantes dignos de admiración entre los que destaca la Catedral de St. Peter, construida en estilo normando a partir de 1.114. A 50 metros, encontrarás Parliament Street, una calle muy corta y, sobre todo, muy estrecha (el callejón, que conecta High Street y Waterbeer Street, tiene entre 64 y 120 centímetros de ancho). El Guidhall medieval de la calle High es el edificio público más antiguo de Inglaterra, y a día de hoy sigue utilizándose para reuniones del consejo.

¿Te apetece hacer una excursión primaveral a la Península del Cobre? ¡Ponte en ruta desde Plymouth en ferry! Allí, puedes visitar la finca de Mount Edgcumbe, donde las camelias florecen muy a principios de año gracias al clima suave de Cornualles. En la actualidad, unas 1.000 especies y variedades crecen en el jardín, conocido como la Colección Nacional de Camelias. Se organizan visitas guiadas o, si lo prefieres, puedes recorrer a tu ritmo el Sendero de la Camelia, provisto de paneles informativos. Mount Edgcumbe cuenta, además, con una majestuosa casa solariega y más de diez jardines temáticos.

Sumérgete en el paraíso de las plantas subtropicales 

Cornualles es conocida por sus jardines. En esta región, gracias a la Corriente del Golfo, las plantas mediterráneas y subtropicales prosperan de forma maravillosa. Un buen ejemplo de ello es el Jardín de Glendurgan, donde encontrarás un laberinto en el que perderte si lo deseas. Más allá, te recomendamos explorar los jardines subtropicales y admirar los distintos tipos de floraciones primaverales, entre las que destacan magnolias y flores silvestres.

¿Te apetece vivir una aventura de exploración? Tienes que visitar los Lost Gardens de Heligan, los cuales han sido recuperados tras años de abandono. Además, junto a la selva, donde crecen plátanos, hojas de secuoya y bambú, está el «Valle Perdido», con estanques y senderos que ofrecen protección a los murciélagos que viven aquí. En primavera, el jardín está salpicado de campanillas.

Trewithen es otro jardín muy conocido. Aquí encontrarás magnolias, exuberantes rododendros y una hermosa mansión que data de 1715.

En la costa norte de Cornualles, la ciudad de St. Agnes (a medio camino entre St. Ives y Newquay) cuenta con unas playas impresionantess. Una forma especial de explorar la costa es en una excursión en kayak, las cuales te permiten llegar a calas tranquilas y misteriosas cuevas que dan testimonio de la historia de la antigua mina a cielo abierto. 

Visita una plantación de té en Inglaterra

El té se cultiva, cosecha y vende con éxito en la gran finca de Tregothnan, cerca de Truro. La única plantación de té de Inglaterra no es de libre acceso para los visitantes, pero el jardín privado puede visitarse con previo aviso y pagando una entrada (65 £ por persona, incluyendo la degustación de té con nata). La visita durante los días 25 y 26 de abril, con motivo de la inauguración del Jardín de la Caridad, resulta más económica (12 £). Además, en Tregothnan puedes unirte a clases magistrales sobre el té o talleres de jardinería o floristería.

La pequeña localidad de Truro es la más meridional de Inglaterra y es conocida por su catedral neogótica. Aprovecha para visitar el Royal Cornwall Museum, el más antiguo de Cornualles.

Observa a la manada de gamos más antigua de Inglaterra

Un buen punto de partida para practicar deportes acuáticos, como el surf o el piragüismo, es la localidad pesquera de Padstow (donde también empieza y termina la Ruta Ciclista del Camello). 

Por su lado, los amantes de la historia tienen que visitar el edificio Prideaux Place. Esta casa, en la que aún viven los Prideaux-Brune, destaca por su impresionante mobiliario, una biblioteca con libros históricos y una colección de osos de peluche. Está permitido pasear por la propiedad y los terrenos de 16 hectáreas albergan una de las manadas de gamos más antiguas de Inglaterra. De hecho, se pueden observar fácilmente desde la terraza del Salón de Té, donde se sirven aperitivos y bebidas.

Si te apetece descansar en una terraza agradable o realizar una visita guiada con cata de vinos, apunta la bodega del Valle del Camel.

Holnicote Estate, en Somerset, es una zona de 5.000 hectáreas gestionada por National Trust. El variado paisaje de brezales, bosques y playas está surcado por caminos y senderos perfectos para practicar ciclismo o senderismo. Más allá, las estrellas del cielo nocturno se pueden ver especialmente bien desde Dunkery Beacon, la colina de 520 metros que se alza como el punto más alto de Somerset.

La ciudad más pequeña de Inglaterra es Wells. La parte medieval de Wells cuenta con varios edificios históricos para visitar, entre los que destaca la catedral de más de 800 años de antigüedad. Como curiosidad, merece la pena visitar Vicar’s Close, el primer asentamiento de casas adosadas de Gran Bretaña (data del siglo XIV y sigue habitado en la actualidad).

Al norte de Wells, en el Valle de Cheddar, se encuentra el origen de uno de los quesos más consumidos del mundo. El cheddar se produce en Somerset desde hace 800 años, siendo que a finales del siglo XII se almacenaba en cuevas en la ciudad de Cheddar. Cheddar Gorge Cheese Company sigue fabricándolo hoy en día y, además, ofrece visitas para enseñar el arte de la elaboración del queso.

La ciudad universitaria de Bath, al este de Cheddar y Wells, es muy famosa por sus termas romanas, además de ser reconocida como Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. La primavera es una estación que la hace especialmente fascinante, ya que puedes disfrutar de un pícnic en el Royal Victoria Park o aprovechar los primeros rayos de sol en un paseo en barco por el río Avon. Entre las visitas imprescindibles en la ciudad, te recomendamos la Abadía de Bath y el Centro Jane Austen. Más allá, el museo de los baños romanos es impresionante y nos traslada al pasado de la ciudad. Ten en cuenta que no es posible bañarse en las antiguas termas, pero si disfrutar de las aguas termales en Thermae Bath Spa.

Explora lugares mágicos

Longleat House está situada a unos 40 kilómetros al sur de Bath. Esta imponente casa solariega está rodeada por un gran jardín paisajístico diseñado por Lancelot Capability Brown a mediados del siglo XVIII y constituye uno de los mejores ejemplos de arquitectura isabelina del Reino Unido. Esta mansión es el hogar del marqués de Bath y ha pertenecido a la misma familia durante quince generaciones, es decir, desde su construcción en 1.567.

Además de por sus jardines, Longleat es conocido por su parque safari, que alberga más de 500 animales de todo el mundo, incluyendo cebras, lobos y leones. Si prefieres un ambiente inglés más tranquilo, puedes pasear por el “Pleasure Walk”, situado entre Horningsham Lodge y Longeat House (especialmente hermoso en primavera, cuando se extienden por aquí las alfombras de las primeras flores).

La Abadía de Lacock (situada en el pueblo homónimo) data del siglo XIII y actualmente es propiedad de National Trust. William Henry Fox Talbot, que más tarde vivió aquí, fue participe de la creación de los denominados negativos fotográficos y el museo que encontrarás en Lacock está dedicado a su historia. En esta bonita aldea rural inglesa encontrarás casitas pintorescas, un antiguo granero medieval y una iglesia. No es de extrañar que el pueblo y la abadía hayan servido como lugares de rodaje de Harry Potter, Downton Abbey y Orgullo y Prejuicio.

En el trayecto hacia Dover o Londres encontrarás el Castillo de Windsor, una de las residencias reales y un auténtico icono por ser el castillo habitado más grande de Europa. Aquí encontrarás numerosas atracciones, como los Apartamentos de Estado, la Casa de Muñecas de la Reina María y la Capilla de San Jorge.

No hay que perderse el Savill Garden, en la parte sureste del Gran Parque Real de Windsor. Este jardín arbolado natural alberga una gran variedad de plantas, entre ellas 700 variedades de rododendros, camelias y azaleas ¡Disfruta de un colorido festín para la vista en primavera!