Los amantes de esta obra maestra de la literatura gótica vienen aquí desde todas las partes del mundo para ver las ruinas de la abadía y la iglesia de St Mary, situadas al borde de los acantilados.
La ciudad es también famosa por el azabache de Whitby, una piedra semipreciosa formada por madera fosilizada extraída de los acantilados de la zona, y que hoy en día se sigue utilizando en joyería, tal y como se hacías en tiempos romanos.
La bahía de Robin Hood, un pintoresco refugio de contrabandistas, es una excelente excursión desde Whitby. Acércate a la orilla durante la marea baja, cuando están a la vista las rocas incrustadas de fósiles, o explora las callejuelas bordeadas de casitas con baldosas de color rosa que se desgranan por la colina hasta llegar al puerto.
Whitby se encuentra a unas 5 horas de Londres combinando el tren y el autobús.