Esta pequeña ciudad de Somerset es famosa por ser donde se celebra el festival anual de Glastonbury.
Vale la pena visitarla en cualquier época del año; aquí se respira una embriagadora mezcla de encanto inglés, nueva era, cultura bohemia y una reveladora historia espiritual.
Abundan las tiendas independientes y peculiares, que venden de todo, desde cristales curativos a pasteles.
Sube a Glastonbury Tor, siente las buenas vibraciones, disfruta de las vistas y, a continuación, visita el Pozo del Cáliz rodeado de jardines.
Explora las románticas ruinas de la abadía de Glastonbury, uno de los lugares de culto cristiano más antiguos de Inglaterra.
En un día soleado, no hay nada mejor que relajarse en el jardín de un pub con una tradicional sidra “scrumpy” elaborada con manzanas de la región.
Desde Londres, el viaje a Glastonbury dura 3 horas y media. Toma el tren hasta Bristol y después continúa en autobús hasta esta ciudad del West Country.